26/03/200709/09/2007

La colección Pierre y Maria-Gaetana Matisse en The Metropolitan Museum of Art, Nueva York

El Museo Picasso Málaga presentó la exposición La colección Pierre y Maria-Gaetana Matisse en The Metropolitan Museum of Art, una selección de la personal y heterogénea colección del que fue uno de los principales marchantes de arte de Nueva York durante la pasada centuria. Balthus, Carrington, Chagall, Delvaux, Dubuffet, Giacometti, Lam, Magritte, Matta, Miró y, de un modo muy especial su propio padre, Henri Matisse, fueron los iconos del arte del siglo XX representados en las cincuenta obras reunidas para la ocasión.

Cuando el barco en el que viajaba atracó en el puerto de Nueva York en diciembre de 1924, Pierre Matisse había llegado a una ciudad que miraba hacia Europa en busca de liderazgo cultural. Cuando cerró por última vez la puerta de su galería, la ciudad era ahora observada por el resto del mundo para determinar la dirección de la cultura. Con esta frase comienza el historiador Jonathan Pratt el texto del catálogo editado para la exposición. Nacido en 1900 e hijo menor de Henri Matisse, Pierre Matisse estudió, al igual que sus hermanos, para convertirse en artista, llegando a recibir lecciones del pintor André Derain. Sin embargo, la notoriedad adquirida en el mundo del arte no se debió a su talento para la pintura –que, según afirman, poseía– sino por su trabajo como marchante de arte.

A los 24 años, Pierre Matisse se instaló Nueva York, en donde comenzó colaborando con la galería de Valentine Dudensing. En 1931, en plena crisis económica, abrió la suya en el edificio Fuller de Manhattan, espacio que poco tiempo después se convirtió en pionero del avance del arte europeo de vanguardias en Estados Unidos.

La intensa actividad que desarrolló a lo largo de casi sesenta años determinó la apreciación del arte contemporáneo por parte del público norteamericano y supuso un impulso decisivo a la carrera americana de artistas hoy ya legendarios como Balthus, Miró, Giacometti o Dubuffet.

Recorrer la lista de artistas que representó es en parte recorrer la historia del arte moderno. Sin embargo, estos creadores aseveraron que Pierre Matisse fue más que un marchante, ya que fue amigo personal de muchos de ellos y coleccionó sus obras, además de piezas de figuras ya consagradas en la época, entre las que estuvo su propio padre, Henri Matisse. La elección de los artistas de su galería respondía tanto a criterios estéticos o teóricos, como al estrecho contacto entre ellos, bien fuera por relación directa, bien por la recomendación que un artista le hacía acerca de otro. Esto favoreció una relación que iba más allá del mero vínculo profesional y que Miró resumiría con enérgica pincelada en una vieja paleta: “a Pierre Matisse, compañero de ruta”.

Por otro lado, su actividad como intermediario dio lugar a que gran parte de los museos norteamericanos de prestigio muestren hoy obras adquiridas en la Galería Pierre Matisse. Igualmente, importantes coleccionistas privados, como Nelson Rockefeller o Chester Dale, le compraron obras de arte y se dejaron asesorar por sus consejos.

La actividad de la mítica galería sólo cesó a la muerte de su creador en 1989. En 1995, su viuda creó la Fundación Pierre y Maria-Gaetana Matisse, que en 2002 donó parte de su valiosa colección de arte a The Metropolitan Museum of Art de Nueva York.

La selección de piezas que presentó el MPM permitió al espectador aproximarse al arte europeo de la primera mitad del siglo XX, contexto histórico y artístico en el que también Picasso creó gran parte de su obra. Los cincuenta trabajos expuestos –realizados entre 1903 y 1963– ofrecían así la posibilidad de disfrutar del genio de artistas emblemáticos a la vez que un modo diferente de conocer la obra picassiana.

El público fue invitado a comparar las abstracciones líricas de Miró con el frío realismo de Balthus; el peculiar humor de Dubuffet con la poesía sombría de las figuras de Giacometti. En la exposición destacaba un grupo de 24 piezas de Henri Matisse, quizá el artista de su tiempo a quien Picasso más respetó. Este grupo comprendía desde esculturas realizadas en su juventud a obras de su madurez, a la vez que abarca sus temas más característicos: retratos de modelos, amigos y familia, penetrantes y realistas, a veces distantes y otras íntimos.

Con motivo de la exposición, el MPM editó un catálogo con textos en castellano e inglés de los historiadores del arte Pierre Schneider y Jonathan Pratt. En él están reproducidas a color y debidamente documentadas todas las piezas de la exhibición.

 

La exposición

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