13/03/201701/03/2020
Pablo Picasso
Nueva colección 2017-2020
166 obras de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso —algunas de ellas, rara vez expuestas en público— en diálogo con las obras de la colección permanente del Museo Picasso Málaga, narrarán los episodios más relevantes en la trayectoria artística de Pablo Picasso, en un relato de marcado acento cronológico que ahondará en los temas, técnicas y estilos que hicieron del malagueño el gran artista del siglo XX.
Pablo Picasso. Nueva colección 2017-2020 tiene unas características que le confieren personalidad única y especialmente emotiva. Como es sabido, el artista nació en Malaga, aunque solo permaneció en esta capital portuaria mediterránea los primeros diez años de su vida. Málaga, que a principios del siglo XIX había sido una ciudad próspera gracias a sui agricultura, su industria y los continuados vínculos comerciales que tenía con el mundo anglosajón, en 1881, año de nacimiento de Picasso, vivía una época de decadencia cultural.
A la edad de diecinueve años, en 1901, el precoz artista regresa por última vez a su tierra natal. Décadas después, cuando era ya un artista reconocido en todo el mundo, expresó su deseo de que su obra estuviera presente en Málaga. El fructífero siglo creador de Picasso transcurre, pues, lejos de aquí, pero, como narran sus biógrafos, parece que nunca olvidará su tierra, con tanto amor como rechazo, como quienes marchan para siempre del lugar donde fueron niños.
El ahora recorrido cronológico por las once salas de la colección aborda ocho décadas de producción artística de Pablo Picasso desvelando claves fundamentales para comprender su obra, su época y su contribución a la historia del arte. Este conjunto de obras que resulta de la feliz unión entre los fondos de la colección permanente del museo Picasso Málaga y la selección de obra de la Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso transmite, como certeramente analizan los expertos invitados a enriquecer con sus reflexiones el catálogo, el rigor y la capacidad creativa de un artista incansable e insondable. Al mismo tiempo, manifiesta la grandeza de quienes afrontan el sesgo (sentimiento) dramático de la existencia recurriendo a lo grotesco, exagerando o distorsionando la apariencia. Pablo Picasso sienta en la misma mesa a los dioses y a los pordioseros, alienta a la mediocridad a comer del talento y nos propone esbozar una sonrisa allí donde habitan las lágrimas.