Este acuerdo ya hizo posible que durante 2007 más de 600 personas pudieran participar en estas visitas, distribuidas en un total de cuarenta actividades, organizadas en colaboración con distintas asociaciones y grupos tanto de Málaga como del resto de las provincias andaluzas, a los que previamente se les había informado mediante cartas dirigidas conjuntamente por el MPM y Unicaja. La Organización Nacional de Ciegos de España (ONCE), la Sociedad Federada de Sordos Málaga, la Asociación Malagueña Pro Minusválidos Psíquicos (ASPROMANIS), la Fundación Andaluza para la Integración Social del Enfermo Mental (FAISEM), la Asociación de Allegados de Enfermos Esquizofrénicos de Sevilla (ASAENES), la Asociación de Alzheimer de Málaga, la Confederación Coordinadora Estatal de Minusválidos Físicos de España (COCEMFE) y la Federación Gaditana de Personas con Discapacidad Física se encontraron entre estos colectivos. Entre estas actividades, destacó la visita-taller realizada el pasado mes de junio con un grupo de niños con deficiencias visuales en colaboración con los Servicios Sociales de la ONCE Málaga. La buena acogida y los resultados de la experiencia han dado lugar a la programación de nuevas ediciones de esta iniciativa a lo largo de 2008. Durante este nuevo año, el MPM prevé atender a más de un millar de personas de estos colectivos. Las visitas para grupos con necesidades especiales se realizan en el MPM desde el año 2004. Hasta 2006 están actividades eran sufragadas por las propias asociaciones, a las que el Museo aplicaba una reducción del 50 por ciento y contribuía con la asistencia del educador del MPM para realizar la visita guiada. A partir de 2006, la aportación de Unicaja de 13.200 euros anuales hizo posible ofrecer la total gratuidad de estas iniciativas. Las visitas que realizan los educadores del Museo están basadas en las Estrategias de Pensamiento Visual, en las que se favorece el debate en torno a la obra de arte. En este sentido, fue necesario estudiar la manera apropiada de adecuar este tipo de visitas a las personas con necesidades especiales en función de las diferentes formas de comunicación que requieren. Lo más interesante de esta metodología resulta ver cómo mediante la observación y la palabra las personas se enriquecen mutuamente.