El Museo Picasso Málaga, al cumplir su primer aniversario, presenta Picasso. Antología (1895-1971), una selección de 132 obras de Pablo Ruiz-Picasso procedentes de las colecciones del Museu Picasso, Barcelona; Musée National Picasso, París; Fundación Almine y Bernard Ruiz-Picasso y una colección particular.

§ Esta exposición quiere mostrar una manera de ver y estudiar la obra de Picasso a través de diferentes procesos y temáticas con los que se enfrentó el artista durante toda su vida.

A través de las obras expuestas, entre ellas pinturas, dibujos, esculturas y cerámicas, podremos apreciar el variado y complejo lenguaje plástico del artista, en continua evolución durante su prolífica carrera. Esta antología, una entre las muchas que se pueden realizar de la obra de Picasso, se remonta principalmente a los periodos iniciales del artista para encontrar un repertorio formal que tendría junto con el cubismo, un efecto definitivo a lo largo de su trayectoria artística.

La presentación de esta muestra, organizada por grupos que comparten elementos formales, hace patente el constante diálogo que Picasso mantuvo con su propia obra y cómo particulares formas y gestos que se fraguaban en su trabajo juvenil pasaron a conformar parte de sus investigaciones estilísticas, convirtiéndose en algunos casos en una constante referencia. Pero este diálogo no se limita a su propia obra sino, también a la obra de otros artistas. Retrato de hombre joven con los brazos cruzados y Retrato de Sabatés, ambos de 1899, son parte de una serie de retratos que Picasso realizaría de personas de su entorno de la misma manera que Ramón Casas realizaba por esta misma época retratos de un buen número de la intellentsia catalana con la que él estaba relacionado. A pesar de la similitud existente, la serie de retratos realizados por Picasso se caracterizan por el marcado estudio psicológico que domina la obra.

Paisaje con dos figuras, 1908, muestra a un Picasso estudioso de Paul Cezanne. La construcción del espacio enmarcado por dos verticales dominantes en la forma de árboles entre los que apenas podemos discernir a dos figuras desnudas nos recuerda intensamente a la serie de Bañistas, de Cezanne. Las referencias no se limitan a la obra de Cezanne ya que no sería impropio ver en esta obra una relación con Gauguin en la manera en que las dos figuras aquí representadas parecen aunarse con la naturaleza.