Según la experta en flamenco Ana Olabarría, el término danzaora nace de la necesidad de definir un nuevo lenguaje en el universo de la danza y del baile: el lenguaje danzaor de Rocío Molina. Éste es capaz de integrar distintas escuelas artísticas como el baile flamenco, la danza clásica, el baile clásico español o las escuelas de bailes folclóricas populares. Así, la danzaora es capaz de asimilar todas estas fuentes e integrarlas de manera original, armoniosa y estética.

En el espectáculo que Rocío Molina ofrecerá en el Auditorio MPM, los movimientos de la malagueña recrearán su personal mirada al baile y la danza, siempre desde la libertad y desde el conocimiento de los orígenes y la historia. Como indica Olabarría: “Quizás ahí esté la clave que explique cómo alguien tan joven puede transmitir esencias tan añejas y tan originales”.

Su actuación será precedida de la charla que mantendrán Marta Carrasco y Luisa Triana acerca de Encarnación López La Argentinita (1895-1945), figura a la que está dedicada esta última conferencia ilustrada. Luisa Triana conoció personalmente a esta genial bailaora, pues debutó junto a ella a los 8 años en Nueva York. De ella destaca la finura y el clasicismo de su arte, aspectos sobre los que hablará a lo largo de su conversación con Carrasco.

Organizado con la colaboración de la Fundación Cristina Heeren de Arte Flamenco, Flamenco en el Picasso termina esta temporada tras recibir, al igual que en su primera edición, una gran acogida por parte del público, que agotó las entradas para la mayoría de las conferencias ilustradas. En esta ocasión, el ciclo se ha celebrado bajo el subtítulo de Nombres propios, ya que ha estado dedicado a los protagonistas de este arte, a aquellos cuyos nombres perduraron en la memoria.