Hombre sentado

«Picasso pasó el verano de 1914 en Aviñón, compartiendo con su amante Eva Gouel una casa cerca de las murallas, frente al hospital. Cuando en agosto estalló la guerra, su idilio ya había terminado, pero la primera parte de su estancia fue extraordinariamente productiva para el artista. El Museo Picasso Málaga cuenta ahora en su Colección permanente con un grupo de composiciones de aquel verano, que comprende tres pruebas de estado de un aguafuerte con Manzanas y varias composiciones de figuras: Hombre con una botella y Desnudo recostado y dos versiones de un Hombre sentado.

En Aviñón, Picasso contrató a un modelo con la intención de emplearlo en varias composiciones. El más elaborado de los cuales es este dibujo a carboncillo de un Hombre sentado. El hombre, alto y musculoso, posa desnudo y sentado en una silla, pero ésta no se ve, por lo que las piernas del modelo son su único soporte. El uso de sombreados y líneas gruesas sirve para definir el espacio por detrás de la figura y acentuar partes del cuerpo como el rostro, los hombros y el torso.

En este dibujo se puede observar cómo trabajaba Picasso, modificando su plan sobre la marcha. El primer boceto de la hoja muestra al modelo sentado con las piernas abiertas. El brazo izquierdo habría descendido hasta el muslo izquierdo, pero el artista varió la posición de estos miembros: raspó la primera idea y dibujó el brazo más pegado al cuerpo, a la vez que adelgazaba la pierna y subrayaba el fornido torso. El haber dejado visible la idea anterior refuerza el concepto de una pluralidad de vistas del cuerpo y equilibra la composición final».

Texto: Comentario de Marilyn McCully en: LEBRERO STALS, José. Museo Picasso Málaga. Colección. Málaga: Museo Picasso Málaga, 2010, p. 34-35.