Botella de Bass, guitarra, diario y copa sobre una mesa cuadrada

«El tablero de madera, fácilmente identificable por el efecto de veteado, se ha partido en fragmentos planos. La botella etiquetada BA[SS], a la izquierda, parece surgir de debajo de la mesa; su largo cuello se alza sobre el resto del dibujo hasta los dos círculos concéntricos incompletos que representan el gollete. La guitarra ha sido dividida y extendida por la mesa como un abanico abierto; su cuerpo aparece al menos dos veces, y se distinguen las cuerdas, la boca y cuatro orificios de sujeción de las cuerdas en el puente, aunque falta el mástil. Abajo a la derecha se ve parte de un periódico con las letras JO[URNAL], y al lado hay una copa dibujada de perfil y también desde arriba. A una primera ojeada, los elementos despiezados parecen vistos desde arriba y muy planos; sin embargo, la fuerte vertical de la botella de Bass y la copa crean otro ángulo de percepción, una nueva perspectiva perpendicular que permite que todos los objetos aparezcan en relieve» [1].

«De hecho, este dibujo de Picasso, en su juego constante entre fingimiento y realidad, parece estar imitando un collage al estilo de los del otoño de 1912, integrados entre otras cosas por recortes de periódico reales y trozos de papel recortado que quieren parecer madera» [2].

«En muchas de las obras de estos meses, de estructura marcadamente geométrica, a veces de una precisión y de una decisión que pueden pasar por sequedad, la concepción del espacio cubista está próxima a la de Juan Gris. Estamos en un momento en el que las obras de estos dos pintores coinciden en muchos puntos, aunque su diferencia también sea manifiesta. […] el andaluz que es Picasso aparece aquí con su desbordante fantasía. Las variaciones son interminables y sus obras tienen siempre algo de tránsito, en oposición a las de Gris, cada una de las cuales parece detenida en ella misma y reclamar la permanencia, la fijación. La dinámica de Picasso hace que cuando estamos contemplando una obra suya tengamos necesidad de contemplar otra, pues ella misma nos empuja a hacerlo» [3].


[1] GIMÉNEZ, Carmen (ed.). Colección Museo Picasso Málaga. Málaga: Museo Picasso Málaga, 2003, p. 206.
[2] GIMÉNEZ, Carmen (dir.). Picasso primera mirada. [Cat. exp.: Palacio Episcopal (Málaga), 1994]. Sevilla: Junta de Andalucía, Consejería de Cultura, 1994, p. 326.
[3] PALAU, Josep. Picasso. Cubismo (1907-1917). Barcelona: Polígrafa, 1990, p. 364.