«El empleo del cuaderno es proverbial en la creación de Picasso desde su infancia. El primero de ellos data de los años de La Coruña y lo inició en enero de 1894, es decir, con tan solo doce años. Deviene un campo de experimentación de primer orden, y a su vez de aprehensión rápida de imágenes, ideas o incluso notas sobre la aplicación de los colores. La estanciaen Royan es uno de los momentos cruciales en cuanto al uso del cuaderno por parte de Picasso, pues en un solo año completó un total de ocho, cinco de los cuales pertenecen al Musée Picasso de París [1]. Jaume Sabarté explica cómo en Royan, ante la progresiva flalta de telas, Picasso ‘compra cuadernos en la librería Hachette, los llena enseguida copiando las líneas generales de los cuadros que pinta, para conservar un recuerdo de lo que puede borrar y transformar con el tiempo’ [2].
Dentro de esta práctica, uno de los cuadernos más completos es al que pertenecen estos dos estudios, y ello por diversos motivos. Fue realizado en tan solo siete días, del 3 al 9 de noviembre de 1939. Como laboratorio experimental, tiene gran trascendencia porque incluye estudios preparatorios de alguna obra importante de ese período, pero también algunos post-scriptum. La protagonista principal es Dora Maar, cuya figura monopoliza buena parte de los dibujos sometida a experimentaciones de distinto orden. En diversos dibujos, el artista trabaja perspectivas traseras y laterales, con el clásico doble perfil. También realiza distintos estudios del óleo Busto de mujer con los brazos cruzaos detrás de la cabeza, tanto del rostro como de cuerpo entero. Un par de dibujos preparatorios —uno de ellos debidamente enmarcado— darían lugar coetáneamente a Cabeza de figura femenina [3], así como algunos estudios derivarían en otros retratos de Dora Maar.
En otro orden destacan los tres estudios con el título Cabeza de niña, que parten de la imagen de la hija del artista, Maya, escribiendo. Uno de ellos aparece enmarcado en negro, lo que en clave picassiana significaba un posible futuro óleo, tal como sucedió poco después cuando pintara tan solo su rostro, eliminando los otros complementos [4]. También integra el carnet un grupo de dibujos de caballos ornamentados, así como un toro y una plaza de toros. En sus tres primeras páginas, el cuaderno recupera la esencia de los inicios de esta práctica en La Coruña como espacio de musculación, su función primigenia, cuando versiona el Retrato de Margarita de Austria pintado por el Maestro de Moulins, del Metropolitan Museum de Nueva York. Ausentándose de su propia realidad, como un aplicado alumno de Bellas Artes, Picasso se prueba a sí mismo atacando cada una de las versiones del retrato a partir de una técnica diferente, el lápiz, la tinta y el gouache. Es el artista en Royan eludiendo una guerra, pero manteniendo viva la tensión consigo mismo y su propio talento» [5].
[1] Concretamente, entre septiembre de 1939 y septiembre de 1940, si bien en uno de ellos añadiría algunos dibujos en 1941. Este es uno de los siete carnets de Royan que fueron referidos en el catálogo dedicado a los cuadernos de Picasso publicado en 1986: GLIMCHER, Arnold y Marc Glimcher. Je suis le cahier: Les carnets de Picasso. París: Grasset, 1986, p. 329, nº 105.
[2] SABARTÉS, Jaume. Picasso. Retratos y recuerdos. Madrid: Afrodisio Aguado, 1953, p. 216.
[3] Cabeza de figura femenina (Z.IX,355) es un óleo sobre lienzo que fue realizado el día 9 de noviembre de 1939.
[4] Este óleo fue realizado el 7 de noviembre de 1939 (Z.IX,37).
[5] Comentario de Eduard Vallès en: LEBRERO, José. Pablo Picasso: nueva colección 2017-2020. [Cat. exp. Museo Picasso Málaga, 2017]. Málaga: Museo Picasso Málaga, 2017, p. 268-269.