Arlecchino
Figura principal de la Commedia dell’arte, Arlecchino es un sirviente humilde, un criado alegre, cómico, bufón, imbécil, crédulo y vago. Siempre hambriento, la búsqueda de comida, a menudo, le lleva a enfatizar una falsa idiotez para conseguir así manipular a su víctima y sacarle lo que busca. Locuaz, de pensamiento rápido posee una gran inventiva para crear todo tipo de chistes, estratagemas, piruetas o acrobacias. Cuando no actúa, el arlequín descansa todo lo que puede respetando a raja tabla la ley del mínimo esfuerzo. Suele ser el amante de la bella Colombine, y por ello, eterno rival del taciturno Pierrot. El primer disfraz que se le conoce era una bata blanca tan gastada que le obligaba constantemente a remendarla con retazos de telas para tapar los agujeros. Lo que empezó como los remiendos de un actor pobre se convirtió en el prototipo de vestuario multicolor que se asocia a este divertido personaje. Arlequín puede usar durante la representación un murciélago de madera, reliquia de su antigua profesión de pastor de vacas en Bérgamo. Su máscara es recia, de nariz pequeña y mejillas huesudas por la perpetua hambre, rechoncha y marcada por un chichón en la frente, el símbolo de todos los golpes que recibe.